Concuerda con Cejayoz en que el derretimiento no es el problema. El derretimiento es sólo el límite superior de los problemas. La preocupación común es acerca de la difusión de las toxinas químicas del plástico en la comida. Se sabe que se acelera a través de las grasas y el calor, de ahí la preocupación. Parece haber consenso en que “alguna” lixiviación ocurre; el tema es que no está claro cuánto, de qué plásticos, si el cuerpo los absorbe o los excreta, y si importa.
Los alarmistas le dirán que la escorrentía química es tóxica y causa todo, desde cáncer hasta defectos de nacimiento.
Los gobiernos han estudiado el tema pero no han salido con un duro no. Los grupos de la industria están luchando contra el tema, pero están perdiendo la opinión pública en cosas como las botellas de agua (ver nalgene, que eliminó el Bisfenol A (BP-A) de su fórmula).
Los chefs generalmente se preocupan más por los resultados que por las posibilidades de toxicidad no letal y han estado usando envoltorios de plástico desde hace mucho tiempo.
¿Qué debería hacer? Depende. Sopesar el miedo con la conveniencia. Use productos de buena calidad si los usa. No lo hagas demasiado a menudo. O simplemente disfrútalo.