Asumo que cocinaste tus muslos de pollo a 74-80°C (165-175°F) (dependiendo de la preferencia). 165°F (74°C) es la temperatura recomendada por seguridad (al menos por las autoridades de EE.UU.), 175°F (80°C) es a menudo recomendada para la textura (en piernas y muslos; no para la pechuga).
La mejor apuesta es medir en varios puntos. Generalmente se quiere adivinar el punto más grueso de la carne, se inserta la sonda más allá del centro, y luego se retira lentamente. La lentitud depende del tiempo de respuesta de la sonda. Entonces usas la temperatura más baja que ves, especialmente si ves algo por debajo de la temperatura de seguridad alimentaria (165°F o 74°C).
Si hay varios trozos de pollo, deberías comprobar varios. Especialmente si son de diferentes tamaños.
Los tiempos de respuesta de la sonda van desde 20 segundos en los termómetros bastante baratos, hasta 3 segundos en los caros (como un Thermopen). 10 segundos es lo típico. Sabrás que ha terminado de responder cuando los números dejen de cambiar rápidamente.
También debes dejar descansar el pollo, sin apretar, durante al menos 5 minutos (para los muslos, más bien 15 minutos para un pollo entero) después de sacarlo del fuego, esto permite que el calor se iguale, y también reducirá la cantidad de jugo que se pierde al cortarlo.