Me han dicho que la razón para cocinar el ajo/cebolla primero es “poner capas” de sabores. También me han dicho que las cebollas no se doran si se añaden a la carne cruda.
Así que con todos los mitos urbanos que me han dicho decidí someterlos a una prueba científica.
Tomé una simple receta de chile y probé cuatro métodos diferentes para ver si la apariencia o el sabor era diferente.
1) cocinar las cebollas y el ajo. Cocinar la carne. Añade la carne, las cebollas y el ajo juntos. Después de hervir a fuego lento, agregue todos los demás ingredientes.
2) cocine la carne y luego agregue el ajo y las cebollas a la carne. Después de hervir a fuego lento, añadir todos los demás ingredientes.
3) cocer las cebollas y el ajo. Añadir la carne. Cueza a fuego lento. Añada todos los demás ingredientes.
4) cocine las cebollas, el ajo y la carne juntos. Cocinar a fuego lento. Añade todos los demás ingredientes.
En todos los casos el sabor era el mismo y nadie podía adivinar la diferencia. Lo único que noté fue que cuando cocinas la carne y la cebolla/ajo se separan, se doran de manera diferente.
Supongo que puede haber personas que tienen “súper papilas gustativas” y pueden percibir las sutiles diferencias en los sabores, pero para la persona común nadie lo notará porque estás agregando tantos sabores diferentes. Además, mucha gente con la que he hablado le pone queso o crema agria a su chile, lo cual, en lo que a mí respecta, es exagerado.