Si quiero sustituir el azúcar por la miel en el té negro o verde, ¿puedo añadir la miel en cualquier momento o debo esperar a que el té se enfríe un poco?
Aparentemente hay pruebas de que algunos de los compuestos de sabor de la miel se deterioran durante el calentamiento: http://www.ibrabee.org.uk/component/k2/item/1837-effect-of-heat-on-honey
El texto sugiere que la miel no debe ser calentada a más de 50 grados centígrados. Así que sería prudente dejar que el té se enfriara un poco antes de añadir la miel. Dicho esto, normalmente pongo la miel inmediatamente después de quitar las hojas de té y me sabe bien. El sabor de la miel es claro y pronunciado y nunca he sentido que faltara algo.
Algunas personas son “dudosas” en cuanto a esto porque generalmente requiere mucho más para endulzar que el azúcar, y puede dejar un residuo si hay demasiado presente, pero en realidad generalmente prefiero endulzar mi té (y café) con miel y/o azúcar moreno.
Hmn… No es el sabor lo que debería preocuparte cuando añades miel al té caliente, sino las propiedades antibióticas naturales de la miel. A altas temperaturas, las enzimas se destruyen.
Bueno, la cosa pide que evite hacer declaraciones basadas en mi opinión… Así que me gustaría afirmar aquí mismo que esta no es mi opinión. Estudio la tecnología de los alimentos y la miel fue un tema que se discutió. Y además, estaba manteniendo una conversación con el tipo que vendía miel de Manuka. Así que, aunque no puedo respaldar mis palabras, voy a proporcionar un enlace con información sobre la miel.
“Pero, en algunos casos, la actividad del peróxido en la miel puede ser destruida fácilmente por el calor o la presencia de catalasa.” - http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3609166/
Sí, la miel es genial en el té. La miel de diferentes flores puede saber muy diferente, así que podría ser divertido experimentar con diferentes tipos de miel y ver cuál sabe bien para ti, ya que es una preferencia muy personal. Una miel que se comercializa como “miel para beber” es la miel para beber de Belixir, que se dirige a personas a las que les gusta la miel en el té o en otras bebidas.